Este verano he estado 1 mes y medio viviendo una de las experiencias más bonitas de mi vida.
Estuve viviendo en Husum, al norte de Alemania, con una familia increíble que no se pudo portar mejor conmigo: me dieron la oportunidad de ver gran parte del norte de Alemania (pueblos cercanos a dónde vivíamos) y de ver Hamburgo y Berlín, ambos con mucha historia detrás, y sobretodo la oportunidad de aprender un nuevo idioma, el alemán (que no es tan difícil como la gente piensa, solo que la pronunciación echa para atrás).
Lo que más me sorprendió de Alemania fue su horario tan raro, con las comidas y cenas muy tempranas, y también la gran variedad de platos de comida y bollería que hay. He de decir que me puse las botas con los bizcochos que hacían, que buenos estaban :,(.
También era muy curioso que las vacas y ovejas estuvieran a la libertad. Lo mejor fue una vez que salí a dar un paseo en bici y tuve que ir esquivándolas porque si no me las llevaba para adelante.
¿Y que decir del famoso Mar del Norte? Pues que no he tocado agua más helada en toda mi vida. Eso sí, dicen que es muy buena ya que no tiene mucha contaminación y al ser el fondo de arcilla pues es más bueno aún. Las playas eran rollo como los lodos del Mar Menor pero sin esa peste tan característica así que mucho mejor.
Fue muy bonito vivir esta experiencia ya que he encontrado un país (que no sea España, obviamente) en el que me he sentido muy a gusto. Ya solo me queda desarrollar más mi alemán, y quién sabe, a lo mejor vuelvo algún día.
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